Todos sabemos que las vitaminas son muy importantes en nuestra vida para tener un buen crecimiento y un desarrollo saludable. Del mismo modo, en nuestra vida espiritual de cristianos, necesitamos vitaminas que nos ayuden a fortalecer y a hacer crecer nuestra fe. Estas vitaminas no se consiguen como las vitaminas ordinarias, es decir, comiendo determinados alimentos, sino que se adquieren escuchando y meditando las palabras de Jesús en el Evangelio. Por eso, cada semana, al terminar la clase de reli tomamos nuestra vitamina de Evangelio. Así conocemos más a Jesús y crecemos espiritualmente.
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